Baños de Agua Santa, conocido como el 'Pedacito de Cielo' por su impresionante belleza natural y las diversas oportunidades que ofrece tanto a los amantes de las aventuras extremas como a quienes buscan momentos de relajación, se encuentra inmerso en un fascinante mundo de leyendas y tradiciones. Este cantón, rico en misterios, nos lleva a explorar la parroquia Río Verde, ubicada en la vía Baños-Puyo, donde las narrativas locales se entrelazan formando un tapiz de historias cautivadoras.
Entre todas las leyendas que podemos escuchar en el lugar está la más conocida del “Santuario de la Virgen de Baños” donde la leyenda cuenta que una noche el sacristán de la iglesia de Baños vio a una pequeña estatua de la Virgen agitarse en el aire, acompañado por dos bellos jóvenes, bajando los pies a un manantial que brotaba de la montaña. Como el acontecimiento se repitió varias veces, el párroco y los fieles se reunieron en la capilla para pedir a la Virgen que les manifieste sus intenciones.
A la noche siguiente, la Virgen apareció y le pidió al sacerdote la construcción de una capilla, junto al manantial, prometiendo la curación de los leprosos que se bañaban en las aguas.
La obra fue ejecutada, y cuando se iba a trasladar la imagen al nuevo templo, el párroco y los fieles encontraron que ésta había desaparecido.
Tiempo después llegó a la plaza del pueblo una mula cargada con un cajón. Nadie sabía de dónde había llegado, ni para quién era la carga.
El cajón fue entregado al párroco que decidió abrirlo en presencia de varios testigos. Estupefactos descubrieron que dentro del cajón había una estatua de la Virgen, que es la que hoy se venera en el santuario de Baños.
Desde aquel entonces comenzó la fama de “Nuestra Señora del Rosario de Agua Santa de Baños”.